Las verrugas genitales son pequeñas protuberancias (en general de aspecto oscuro y rugoso en piel y blanquecino en mucosas) que aparecen aisladas o agrupadas formando placas ocupando alguna zona aislada del área intima o toda la extensión de esta. Las verrugas genitales la enorme mayoría de las veces son causadas por una infección común de transmisión sexual relacionada con el llamado papiloma virus humano (HPV o VPH). Desde luego están presentes tanto en mujeres como hombres. Estas verrugas relacionadas con el HPV reciben el nombre de Condilomas. La zona de extensión es amplia y difusa pudiendo estar en vulva, introito vaginal, vagina, cuello de útero, periné, zona perianal, monte de venus con extensión inclusive a cara interna de muslos o zona glútea. En hombres se ve en pene, escroto, periné, perianal y pubis con características de extensión y agrupación semejante. Su gran contagiosidad lleva a que sea común encontrarlas en la pareja sexual del paciente que consulta y el tipo de sexualidad desarrollada genera que no sea nada raro encontrarlas en área de mucosa bucal cuando el sexo oral es practica habitual y en mucosa rectal cuando el anal también es realizado. Es muy importante hablar claro de su sexualidad con su médico, sin temores ni vergüenzas, si cree tener alguna verruga, de esto depende hacer el diagnóstico correcto y completo de la enfermedad para hacer un tratamiento efectivo.
El virus del papiloma humano (VPH) es causante de la infección de transmisión sexual más frecuente en todo América incluyendo a los Estados Unidos. Las verrugas genitales no son siempre causadas por el virus HPV, pero es el principal responsable de las mismas y la presencia de estas debe hacer pensar primero en infección con este virus y llevar a inmediata consulta y tratamiento en manos de especialistas.
El VPH es un virus tan común que casi todos los hombres y todas las mujeres sexualmente activas lo contraen en algún momento de su vida. Hay muchos tipos distintos de VPH y cada tipo recibe el nombre de ¨cepa¨ y las mismas están numeradas para ser identificadas científicamente. Algunos tipos son muchos más agresivos que otros y pueden causar problemas de salud más o menos graves que van desde solo verrugas genitales hasta cánceres. Hoy las cepas más agresivas están identificadas y tenemos estudios de laboratorio que las encuentran y rotulan para definir terapias inmediatas que logan su control y/o eliminación. Hoy ya contamos con vacunas contras estas cepas potenciales generadores de tumores que puede evitar que estos problemas de salud ocurran. El conocimiento que la ciencia generó sobre este virus y esta enfermedad solo necesita la colaboración de la humanidad para su posible erradicación, la educación sexual adecuada para controlar su expansión y los tratamientos con los que contamos pueden hacer posible eliminar este virus y bajar el riesgo de padecer canceres que hoy no deberían existir (cuello de útero, pene, etc.).
Es sin dudarlo una enfermedad de transmisión sexual. Se puede contraer el VPH al tener relaciones sexuales orales, vaginales o anales con una persona que tenga el virus. Se transmite con mayor frecuencia durante las relaciones sexuales vaginales o anales pero el sexo oral no debe ser olvidado como posible generador de contagios y esto debe ser investigado en todo paciente portador del virus. El VPH puede transmitirse incluso cuando la persona infectada no presenta signos ni síntomas. Si bien en general la enfermedad esta socialmente emparentada con la promiscuidad sexual, toda persona sexualmente activa puede contraer el VPH, incluso si tiene relaciones sexuales con una sola persona. También es posible que presente los síntomas años después de tener relaciones sexuales con una persona infectada, lo que dificulta saber cuándo se infectó por primera vez. El canal del parto puede ser una vía de contagio por lo que puede aparecer VPH en infantes y esto debe tenerse en cuenta para definir vía de finalización del embarazo si la paciente tiene al momento condilomatosis extensa genital (Condilomatosis florida). La posibilidad de contagio por contacto indirecto (ropa, asientos, baños, agua, etc.) es remota pero no debe descartarse al 100%.
En la mayoría de los casos el VPH desaparece por sí solo y no causa ningún problema de salud. Pero cuando el VPH no desaparece, puede causar problemas como las mencionadas verrugas genitales o evolucionar y originar un cáncer. Generalmente, las verrugas genitales aparecen primariamente como pequeños bultos o grupos de bultos en la zona genital. Las verrugas genitales pueden ser pequeñas o grandes, planas o elevadas, o tener forma de coliflor. Sus características son tan particulares que la experiencia de un experto permite el diagnostico con la simple inspección visual del área comprometida. Sin embargo, cepas del virus agresivas pueden estar presentes en el tejido genital también sin originar verrugas por lo que el estudio citológico (PAP) y en pacientes de riesgo el estudio en sangre (PCR) son siempre necesarios y de alto poder diagnóstico. En nuestro Centro del barrio de Belgrano el Dr. Jorge Alberto Elías y el grupo de ginecólogos que trabajan junto a el tienen una alta experiencia en esta patología para hacer su diagnóstico precoz, tratamiento inmediato y evitar progresión de la enfermedad a sus formas graves como la del cáncer invasor del cuello de útero que lamentablemente sigue siendo una de las principales causas de muerte de la mujer de mediana edad.
El VPH puede causar cáncer de cuello uterino y otros cánceres como el de vulva, vagina, pene o ano. También puede causar cáncer en la parte de atrás de la garganta, como en la base de la lengua y las amígdalas (llamado cáncer orofaríngeo).
El cáncer generalmente puede tardar años en aparecer —incluso décadas— después de que una persona haya contraído el VPH. Los tipos de VPH que pueden causar verrugas genitales no son los mismos que los que pueden causar cáncer. Esto hoy esta perfectamente identificado y sabemos que las cepas 16-18 son las más relacionadas con cáncer. Hoy ya conocemos por estudio de su biología a muchas identificadas como oncogénicas y a otras de bajo riesgo; Los siguientes 15 tipos de VPH se clasificaron de alto riesgo: 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 68, 73 y 82. Los tipos 26, 53 y 66 se clasificaron como de posible alto riesgo, y 12 tipos se clasificaron de bajo riesgo: 6, 11, 40, 42, 43, 44, 54, 61, 70, 72, 81 y CP6108.). En las de alto riesgo la decisión del tratamiento destructivo inmediato es mandatorio.
No hay manera de saber quiénes con el VPH presentarán cáncer u otros problemas de salud. Es posible que las personas con sistemas inmunitarios débiles (incluidas las personas con el VIH/SIDA) tengan menor capacidad para combatir el VPH y más probabilidad de presentar problemas de salud derivados del virus. También hoy se relaciona la evolución a formas oncogénicas a las alteraciones de los niveles hormonales como el ahora llamado síndrome de Dominancia Estrogénica. Por esta impredecibilidad de la evolución es que aun se sigue discutiendo si toda lesión de HPV debe ser erradicada mediante tratamiento destructivo local.
Se puede hacer varias cosas para reducir probabilidad de contraer el VPH.
El sexo seguro (monogamia, uso de preservativos siempre, tanto en sexo genital como en sexo oral) es la primera defensa contra la infección por el virus, aunque desde luego no excluye al 100% el riesgo de infección y las condiciones actuales del manejo de la sexualidad hacen de esto casi un imposible. La educación sexual es vital y la inclusión del preservativo en toda relación ocasional es mandatoria.
La evolución de la ciencia y de la biología molecular nos aporta en el presente la vacuna contra el VPH y esta es segura y eficaz. Puede proteger a los hombres y a las mujeres contra las enfermedades causadas por el VPH (incluso el cáncer) cuando se administra a las edades recomendadas teniéndose certeza sobre su efectividad en quienes la recibieron antes de su primera exposición sexual.
Los Centros de Control de Enfermedades de casi todo el mundo recomiendan que los niños de 11 a 12 años reciban dos o tres dosis de la vacuna contra el VPH para proteger contra los cánceres causados por este virus. Hoy contamos ya con tres tipos de vacunas, la Bivalente (para las dos cepas más oncogénicas conocidas; 16-18) y las Tetra y Nanovalentes que incorporan cobertura contra otras cepas de riesgo. gbLa vacuna no cura ningún tipo de infección por VPH que ya se posea. Sin embargo, existiendo varias cepas del virus, todavía puede recibirse la vacuna para protegerse de las otras formas con las que aún no haya habido exposición y contagio. Dicho de una forma más sencilla, haber tenido relaciones sexuales sin conocer contagio con el VPH, permite e indica recibir la vacuna.
Sin duda una prueba de detección citológica (PAP) del cáncer de cuello uterino es obligatoria y asegura diagnóstico temprano de estas enfermedades. Las pruebas de rutina en las mujeres de 21 a 65 años tienen demostrada la prevención del cáncer de cuello uterino.
El VPH infecta cerca de 79 millones de estadounidenses actualmente. Cerca de 14 millones de personas al año contraen la infección por primera vez. El VPH es tan común que casi todos los hombres y las mujeres sexualmente activos contraerán al menos un tipo de VPH en algún momento de su vida. Unas 360 000 personas en los Estados Unidos tienen verrugas genitales cada año. Anualmente, más de 10 000 mujeres en los Estados Unidos contraen cáncer de cuello uterino. Se estima que cada año, cerca de 21 000 cánceres relacionados con el VPH podrían prevenirse con la vacuna si la misma se expandiera en planes de colocación.
Si usted está embarazada y tiene el VPH, se podrían producir verrugas genitales o cambios anormales en las células de su cuello uterino. Los cambios anormales en las células se pueden detectar a través de una prueba de rutina de detección del cáncer de cuello uterino por lo que el PAP (prueba de rutina de detección del cáncer de cuello uterino) incluso durante el embarazo es obligatorio y conocer su resultado imprescindible para hacer el tratamiento oportuno de inmediato. El virus no infecta al feto intrauterino, pero el pasaje de este por el canal vaginal contaminado al momento del parto si puede dar originar el contagio.
No existe tratamiento contra el virus mismo. No obstante, existen tratamientos para los problemas de salud que puede causar el VPH:
El tratamiento contra estas lesiones es siempre destructivo local. Hay sustancias químicas como el llamado TCA (un ácido) que por topicaciones queman y eliminan las verrugas. Estas topicaciones puede hacerlas el médico actuante o bien la paciente en forma domiciliaria cuando las lesiones son escasas. Sin embargo, esto puede producir lesiones en zonas sanas dolorosas y molestas. En la consulta ginecológica su ginecólogo seguro dispone de otros tratamientos destructivos como los basados en equipos de electrocirugía o de frío que pueden también eliminar las lesiones con alto contenido viral y potencialmente contaminantes, pero en el presente es sin duda el Laser la mejor tecnología para controlar y/o eliminar las lesiones de HPV y sus enfermedades relacionadas.
El Laser de CO2 en uso ablativo es sin duda el mejor método para eliminar verrugas genitales y/o lesiones displásicas ocasionadas por el virus. Su alto poder en entrega de energía térmica, su control absoluto sobre el lugar, tamaño y profundidad de aplicación y su estimulo de regeneración post ablación del tejido patológico logran una perfecta asociación para eliminar el virus, todo el tejido dañado y regenerar con tejido sano la zona tratada en una sesión ambulatoria, indolora y rápida. Desde luego en el Centro del Dr. Jorge Alberto Elías contamos con esta tecnología para dar la mejor solución a una patología de altísima prevalencia. Si usted tiene dudas sobre contagio o tratamientos más adecuados puede aquí mismo pedirnos una consulta y si posee como cobertura de Salud el sistema OSDE tiene cobertura total sin cargo para su tratamiento Laser CO2 en nuestro centro. La esperamos.